DÓNDE NOS ENCONTRAMOS –
Supongo que el momento de mi ausencia no fue especialmente acertado, dado que coincidió con una intensificación significativa de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio, mientras Irán e Israel continúan intercambiando ataques. Por otro lado, dado lo fácil que es dejarse arrastrar por los titulares en momentos como este, seguir los acontecimientos a cierta distancia y no estar pegado al terminal facilita discernir algo de señal entre tanto ruido.
En ese sentido, creo que probablemente ya hayamos superado el punto de "miedo máximo", al menos desde la perspectiva de los mercados financieros. Aunque los intercambios bélicos continúan, eso ya está descontado en los precios, y lo estuvo desde el pasado viernes. Como señalé entonces, los mercados siempre son muy rápidos en descontar el miedo geopolítico, pero igual de rápidos en dejarlo atrás.
La pregunta ahora es qué podría provocar una reacción negativa de los mercados a partir de aquí; es decir, una nueva huida hacia activos refugio y una caída renovada de la renta variable. Veo tres escenarios que podrían provocar esa reacción: un ataque a la infraestructura de exportación de petróleo iraní, problemas en el estrecho de Ormuz que impidan el flujo de crudo desde Oriente Medio, o un intento directo de cambio de régimen en Irán. Por ahora, los tres escenarios parecen relativamente poco probables.
Por tanto, los participantes del mercado deberían poder seguir ignorando los eventos geopolíticos y volver rápidamente a centrarse en los factores de mercado con los que ya estamos demasiado familiarizados: avances en acuerdos comerciales, crecimiento sólido de los beneficios empresariales y buenos datos económicos subyacentes.
Es cierto que los avances hacia esos acuerdos comerciales son más lentos de lo deseado, especialmente porque las tensiones en Oriente Medio han frustrado los planes de negociaciones comerciales en los márgenes de la cumbre del G7. Aun así, la dirección general sigue siendo positiva, hacia la firma de acuerdos y una retórica más calmada, especialmente ante los informes de que la "tregua" comercial entre EE. UU. y China podría extenderse 90 días más una vez expire a mediados de agosto. Sospecho que no será la última vez que veamos ese titular.
Teniendo todo esto en cuenta, no veo motivo alguno para abandonar el escenario alcista para la renta variable en este momento. El camino de menor resistencia sigue siendo al alza, y seguir comprando en las caídas continúa siendo mi ‘modus operandi’.
Dicho esto, dadas las tensiones elevadas, sigo viendo argumentos a favor del oro, ya que el refugio que ofrece el metal sigue siendo atractivo en un entorno tan incierto. Esta demanda de seguridad se suma al deseo persistente —especialmente desde los mercados emergentes— de seguir diversificando las reservas de divisas fuera del dólar estadounidense, lo que a su vez crea un cóctel bastante potente para que el oro siga al alza.
En cuanto a ayer, los desarrollos fundamentales volvieron a quedar en segundo plano frente a las tensiones geopolíticas. Esto también puede deberse a que los acontecimientos en sí no fueron especialmente interesantes. El Banco de Japón mantuvo los tipos sin cambios, y redujo a la mitad el ritmo de su retirada del mercado de bonos soberanos (JGB), en línea con lo esperado. En EE. UU., las ventas minoristas generales cayeron un marcado 0,9 % mensual el mes pasado, aunque la mayor parte de esta caída se debió a una bajada en las ventas de automóviles. El dato más relevante, el del “grupo de control” (que representa el conjunto de bienes usado para calcular el PIB), mostró en realidad un incremento del 0,4 % mensual, lo que deja el efecto neto de los datos como básicamente nulo.
Aun así, los mercados operaron con un tono algo más débil durante la mayor parte del día: las acciones corrigieron parte de las importantes subidas del lunes, los bonos del Tesoro subieron de precio a lo largo de la curva y el oro recibió una demanda moderada. En cambio, el mercado de divisas sigue siendo un completo caos, con las divisas del G10 moviéndose en rangos estrechos y revirtiendo a la media con rapidez. No esperaría que estos rangos se rompan a corto plazo, aunque mantengo mi sesgo hacia un dólar más débil en el largo plazo, ya sea por acuerdos comerciales u otros factores.
MIRANDO HACIA ADELANTE – Hoy es día de la Fed, pero la atención sigue en lo geopolítico
No esperes que Powell y compañía agiten demasiado las aguas, ya que la FOMC sigue claramente en modo “esperar y ver”, con el rango objetivo de los tipos de interés fijado para mantenerse entre el 4,25 % y el 4,50 % mediante una votación unánime. También se espera que el comunicado de política monetaria sea prácticamente idéntico al de la última reunión, con un crecimiento subyacente todavía “sólido” y una incertidumbre persistente sobre las perspectivas económicas.
Un poco más interesante será la actualización del Resumen de Proyecciones Económicas (SEP, por sus siglas en inglés), aunque hacer previsiones en un contexto como el actual no deja de ser una tarea ingrata. Aun así, es probable que las expectativas de inflación se ajusten ligeramente al alza a corto plazo, mientras que las de crecimiento se corrijan a la baja, reflejando el impacto de los aranceles durante el resto del año. No me sorprendería en absoluto que la mediana de las previsiones para 2025 subiera, señalando solo un recorte de 25 puntos básicos este año, especialmente teniendo en cuenta que solo se necesitan dos participantes para mover la mediana actual.
Por su parte, se espera que el presidente Powell se mantenga fiel a su guion reciente en la rueda de prensa posterior, subrayando que no hay prisa por ajustar los tipos y que la política monetaria se mantiene “bien posicionada” por ahora. En resumen, es difícil pensar que la reunión de la FOMC de esta noche vaya a suponer un cambio importante en el panorama general, y sigo esperando solo un recorte de 25 puntos básicos este año, probablemente en diciembre.
Otros datos del día
Hoy también conoceremos la cifra de inflación del Reino Unido. Se espera que el IPC general baje al 3,3 % interanual en mayo, desde el 3,5 % anterior. Sin embargo, esto no debería cambiar la postura del Banco de Inglaterra, que probablemente mantenga el tipo de interés sin cambios mañana al mediodía.
Desde EE. UU. se publicará una batería de datos hoy: inicios de viviendas, permisos de construcción y las solicitudes semanales de subsidio por desempleo —estas últimas un día antes de lo habitual por la festividad de Juneteenth mañana—. Las solicitudes continuadas merecen especial atención, dado el máximo del ciclo registrado la semana pasada.
Y por último, aunque no quieren quedarse fuera, hoy hablarán nada menos que ocho miembros del BCE. Por suerte, se espera que ninguno diga nada especialmente relevante.